Narrativas
Moisés Uribe
Un desmedido desdén parece pintar a la sociedad bajacaliforniana, muy en especial a la tijuanense, pues sin haber concluido aún el año 2021, las muertes violentas en esa ciudad rondan casi ya las 2 mil.
Y todo pareciera ser parte ya de una realidad aceptada, ya no hay voces que censuren la inacción de las autoridades; se acabaron las marchas que orillaban a gobiernos a cambiar el rumbo y los organismos sectoriales solo ven por sus intereses.
Los números que se acumulan en Tijuana son el reflejo de la impunidad que prevalece, de la falta de contundencia policial y de estrategias fallidas que ningún gobernante respalda a cabalidad.
La ciudad fronteriza de Tijuana llega a 1 mil 877 homicidios violentos en lo que va del año, así lo indican las estadísticas de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación, dependiente de la Fiscalía General del Estado.
Tan solo el día de ayer se cometieron cinco hechos violentos, lo cual ha sido el promedio por día, por lo que se perfila otro año considerado como de los más trágicos en relación a pérdida de vidas humanas de manera dolosa.
Tijuana inició el 2021 con 181 homicidios violentos en enero, le siguió febrero con 152 sucesos, marzo con 175, abril subió a 172, el mes de mayo aumentó a 185 y a la mitad de año junio, es hasta el momento el mes con más crímenes al sumar 199.
Estos números significaron que en los primeros seis meses, esta ciudad llegó a 1 mil 54 vidas humanas arrancadas de manera forzada. Donde la impunidad es sumamente alta.
En la segunda mitad del año, julio inició con 189 homicidios, el mes de agosto presentó 164, septiembre registró 139, mientras que octubre avanzó con 132, el mes pasado alcanzó 145 homicidios, y en lo que va del mes de diciembre ya se han cometido 54 delitos de esta magnitud.
Con ello, en la segunda mitad del año se han acumulado 823 de esos acontecimientos voraces, y con ellos, la suma de cada uno de los meses llega en este momento a 1 mil 877 asesinatos, solamente en Tijuana.
Y mientras, uno de los principales responsables intenta torcer una vez más la realidad, inventándose cargos federales.
Porque del total de muertes violentas, las cometidas en los primeros 10 meses, le corresponden al ex gobernador Jaime Bonilla.
Los meses de noviembre y diciembre son ya responsabilidad de la gobernadora, Marina del Pilar Ávila.
Con casi 6 mil muertos que trae a cuestas, Bonilla busca instalarse en alguna posición de la administración federal, hablando solo del tema de seguridad.
Habrá que esperar a que llegue el 2022 para conocer los planes a implantar por la nueva Secretaría de Seguridad Ciudadana, y con ello que su próximo titular, Ivan Carpio, despliegue sus estrategias y se empiecen a ver los resultados.
De no ser así, la gobernadora Ávila Olmeda tendrá que echar mano de gente realmente experta en el tema, para generar los resultados que los habitantes de Baja California anhelan desde hace varios sexenios.
Entre tanto, a 15 días de que concluya el 2021, habrá que estar a la expectativa de cómo crecen y cierran los hechos violentos, esas terribles estadísticas que nos ponen en la mira del plano mundial, a causa del desinterés por apaciguar uno de los delitos que más fracturan a la sociedad.
