Narrativas/Moisés Uribe
Tres65news/4 de abril de 2024
A diez días de que inicien las campañas para las alcaldías de Baja California, en la oposición pareciera que hay un pacto por dejarle libre el camino a Morena.
El mes pasado se disolvió la alianza que integraban el PAN y el PRI en Baja California, como la oposición más fuerte para competirle al partido en el poder.
Pero no solo eso, previamente, a nivel local, ya se había separado el PRD de dicha alianza, partido que a nivel federal si mantiene la coalición con el PAN y el PRI.
En ese sentido, al final los tres partidos que están aliados a nivel federal, en Baja California decidieron ir solos, cada cual por su lado, situación que sin duda los debilita, les quita fuerza, los recursos se reducen, parten en tres los votos que querían lograr al ir unificados para intentar arrebatar algunos distritos o alcaldías a Morena, lo cual hoy en día en esas condiciones, no es algo difícil sino casi imposible.
Lo único que le ayuda a los opositores en ese sentido, son los graves errores cometidos por los gobiernos oficiales y que están a la vista de todos los ciudadanos, fuera de eso, la oposición no existe en Baja California.
Pero si todo eso fuera poco, hoy se da a conocer que el candidato electo por el PAN en Mexicali, Francisco Fiorentini, amaga con dejar la candidatura si no se cumplen algunas de sus propuestas, como posiciones en regidurías, lo que habla de las malas negociaciones tanto por el partido PAN como por el equipo del candidato o de plano de falta de cumplimiento a las mismas por ambos lados.
Y ante la falta de información real surgen todo tipo de especulaciones, como suponer que el comunicador Gustavo Macalpin sustituiría a Fiorentini a dicha candidatura, pero no hay que olvidar que este último fue electo por la militancia de un partido, por lo que solamente ante su renuncia oficial, se le podrá sustituir.
Pero aunque eso llegara a pasar, entraría al relevo por derecho otro de los candidatos participantes en la contienda interna, como es el caso de Héctor Ibarra Calvo, quien quedó en segundo lugar en la elección interna panista.
Solamente que se brinquen las reglas o que también Ibarra Calvo renuncie a su derecho a la candidatura, quedaría el camino libre para proponer a un tercero que no haya participado con estatutos en mano.
Aunque voces bien informadas señalan que la manzana de esta discordia se llama Diego Echevarría, el diputado local que pretende quedarse con dos lugares para las regidurías, una para Rubén Alanís y otra para Débora Flores, dejando a un lado las propuesta del equipo de Fiorentini, en las personas de Gerardo Ayala e Irma Mendoza, y donde el líder estatal del PAN, Mario Osuna, nada más no pone orden, pues su escaso liderazgo se lo impide.
Esos dos espacios se rescatan luego de que el PRI dejara la alianza con el PAN, lo que ha derivado en una rebatinga en las filas azules, que lejos de fortalecerlos, los daña como institución, pero eso poco vale, pues lo importante es ganar lugares para los grupos.
Así las cosas en la minoría y en específico en el PAN, uno de los partidos opositores más fuertes, pero que manda malas señales, pésimos mensajes, un tenue liderazgo estatal que en suma todo eso representa carnada fresca para el resto de los partidos, que sin duda aprovechan estas situaciones para opacar en todo lo posible a una oposición que no acaba de asimilar el difícil lugar que ocupa hoy en día en el electorado bajacaliforniano y en especial, el mexicalense.
