Tres65news 31 de diciembre de 2021
A punto de cerrar el año 2021, la cifra de 146 homicidios perpetrados en Tijuana tan solo en el último mes del año, son el reflejo de los vacíos que generan la falta de seguridad, la precaria diligencia en la investigación y la ausencia de eficacia en la judicialización.
Pero eso solo es una parte del enorme problema, porque al final del año, la cosmopolita ciudad fronteriza llega a 1,969 homicidios violentos sin contar el último día, además de 11 feminicidios.
Si bien es cierto que comparado con el año anterior que registró 2 mil 26 muertes violentas, en este se cometieron 57 crímenes menos, la cifras actuales son para dedicarle la más alta atención por parte de cualquier autoridad.
Pero no es todo, porque aunado a los llamados delitos de alto impacto, la incidencia delictiva de la ciudad llega a los 43 mil delitos cometidos en el año, lo que convierte prácticamente a Tijuana en tierra de nadie.
Ciudad que nadie ha podido controlar desde el punto de vista de la seguridad, pues ya fue gobernada por administraciones panistas, priistas y morenistas y la inseguridad sigue su paso rampante.
Las miles de víctimas de delitos como el robo común, de vehículo, a casa habitación, a comercio, con violencia y sin violencia, abusos de confianza, extorsiones, fraudes, secuestros, violaciones, feminicidios, amenazas, corrupción de menores, homicidios culposos y otros, colocan a Tijuana como una de las ciudades con los más altos índices de inseguridad real y perceptual del país.
Son muchos los factores que influyen para alcanzar estas aterradoras cifras, pues dos mil muertos en un año son para hacer voltear a cualquiera, pero en Tijuana, la ciudad gobernada por la morenista Monserrat Caballero, se ha convertido en un modus vivendi y los crímenes de impacto ya no impactan a nadie.
Caballero tiene como secretario de seguridad a Fernando Sánchez González, quien ya fue secretario de seguridad pública estatal, por lo que deberá emplearse a fondo para dar los resultados necesarios, aunque ya lleva sobre sus hombros 423 muertes que se han cometido en los tres meses que lleva en el cargo: 132 en octubre, 145 en noviembre y 146 en diciembre.
El Consejo Ciudadano de Seguridad Pública acaba de renovar directiva, pero nada se ha sabido de su presidente Roberto Quijano Sosa, siendo uno de los objetivos centrales de la agrupación, levantar la voz ante los pobres resultados sobre el tema por parte de todas las autoridades responsables.
La hora le ha llegado para entrar en acción a la nueva Secretaría de Seguridad Ciudadana que creó la Gobernadora Marina del Pilar Ávila, cuya responsabilidad estará a cargo del militar en retiro, Gilberto Landeros Briseño, estrategia que ha levantado mucha expectativa y tendrá que reflejar resultados. El General ya conoce Tijuana pues fue comandante de la II Zona Militar en esa ciudad.
Al engranaje solo le faltaría el Fiscal General del Estado, cuya terna está a punto de conocerse, otra alta responsabilidad para la gobernadora, pues una mala decisión puede costarle caro.
Con esos elementos funcionando, se podría hablar de rediseñar una nueva estrategia contra la inseguridad en esa ciudad, para poder intentar encontrarle la cuadratura al círculo de la enmarañada inseguridad tijuanense que hasta hoy, nadie ha podido domar.
PD. Mis mejores deseos para el año 2022.
