Narrativas/Moisés Uribe
Tres65news/ 31 de marzo de 2022
Ante la incertidumbre, y quizás hasta en la desesperación, por posicionar una figura lo suficientemente fuerte ante la opinión pública para competirle al partido en el poder en el 2024, finalmente la sonorense María Lilly del Carmen Téllez García, mejor conocida como Lilly Téllez, se quita la máscara y levanta la mano para ser considerada una opción viable rumbo a la sucesión presidencial próxima.
La periodista, conductora y política mexicana, al mismo tiempo rompe paradigmas y salta a la palestra, sin esperar un momento, evento especial o un algún mitin para que otra figura de renombre realice el tradicional “destape” y le levante la mano, como suele o solía ocurrir en México.
“Me declaro lista para mover almas y lograr una vida mejor y más digna para todos”, dijo hace unos días la Senadora por Sonora, cuya imagen se ha venido construyendo a base de duras posturas y constantes declaraciones, en contra de todo lo que considera yerros por parte del autollamado gobierno de la 4T.
Poseedora de una extraordinaria facilidad de palabra, mujer inteligente, valiente, sin aparentes lastres políticos o de otra índole, contumaz cliente de la tribuna del Senado de la República, Lilly Téllez se presenta como una fuerte opción para erigirse como La Candidata de la oposición ante la o el aspirante del partido oficial morenista.
Fue el 19 de febrero del presente año, cuando a través de sus redes sociales dio a conocer que se lanzaría como candidata opositora para las elecciones presidenciales de 2024, justamente a dos años de que la competencia esté en el umbral de la campaña política formal.
No obstante, la actual Senadora por el Partido Acción Nacional -PAN-, tendría que librar varios obstáculos, entre estos que los partidos opositores como el PRI y el PRD avalen su nominación, asimismo, la competencia al interior del partido azul, iniciando con el ex candidato presidencial Ricardo Anaya, que en estos momentos está fuera del país y que se desconoce si estaría en condiciones de competir, lo cual se antoja muy difícil pues su situación jurídica depende totalmente de la decisión del Presidente de la República.
Téllez tomó la iniciativa hace ya un tiempo, de enfrentarse a la más alta estructura del poder en México, la cual, según su opinión, le está fallando al país, por eso ha puesto en la mira de sus duras críticas a la principal figura del país que es el presidente López Obrador, pues finalmente es el responsable de las decisiones que se toman en el país, señalando un día si y otro también, temas con desenlaces desgarradores para infinidad de familias mexicanas como son las miles de muertes por la pandemia, las centenares de ejecuciones por la inseguridad, los múltiples fallecimientos por falta de medicamentos, las decenas de cientos de desapariciones, la inflación, los altos costos de los combustibles, los ilustrativos actos de corrupción, etc. etc.
“La fuerza de la razón y de la palabra” han sido sus armas para defenderse, contra todo el aparato del Estado, consigna Lilly Téllez, al acusar intimidaciones, amagos y señalamientos por tener la valentía de enfrentarse al morena-gobierno.
En las últimas mediciones por diferentes encuestas, su posicionamiento ha crecido, incluso se ha colocado como la figura mejor aceptada en el partido azul, después de Ricardo Anaya. Se acaba de afiliar al PAN, eso significa estructura partidista nacional, de una institución política que forma parte de la coalición electoral Va por México (PAN-PRI-PRD), y aliado de Sí por México, una propuesta ciudadana opositora nacional encabezada por grupos empresariales.
Sus constantes discursos disruptivos han logrado llamar la atención de la ciudadanía y por supuesto de políticos y empresarios, lo que a la Senadora le ha valido alcanzar un liderazgo único, buscando así convertirse en la figura opositora idónea, inexistente en este momento, para enfrentar una contienda nacional ante un avasallador partido morenista.
En términos claros, en estos momentos y ante los ojos del país y como consecuencia del desgaste y desprestigio de las figuras emanadas de los partidos políticos, los nombres de Lilly Téllez, como mujer y Luis Donaldo Colosio, como hombre, son las dos cartas que salen de la ciudadanía y no del andamiaje político, las dos figuras son caras frescas y fuertes en las que tendría que fijarse esa gran alianza opositora.
Habrá que ver si el carisma de la Senadora logra despertar las almas, pues de su talento no se tiene duda, tampoco de su liderazgo, de su firmeza menos, y la misma Lilly Téllez ya se encargó de presentarse con este lema: “No fui caballo de Troya, y no soy el caballo negro…Pero si me toca correr en la próxima, seré el caballo que alcanza y gana”.